Futbolistas ON: «El Barça actúa de mala fe con De Jong»
El sindicato Futbolistas ON aborda las cuestiones más significativas del caso De Jong, donde el Barça actúa de "mala fe"
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El verano no está siendo nada sencillo para Frenkie de Jong. El Barcelona le ha dejado claro que o se rebaja el sueldo o debe salir, para así poder inscribir a los nuevos fichajes. El club le ha llevado a una situación límite, forzándole a decidir entre una de las dos opciones, puesto que de lo contrario se arriesga a ser apartado del equipo y a quedarse sin ir al Mundial con Holanda. Una práctica que no es nueva en el Camp Nou, puesto que ya se vio el pasado curso con Dembélé, que ataca directamente los derechos del jugador, que roza la extorsión laboral y que tiene una difícil solución para el mediocentro.
OKDIARIO se ha puesto en contacto con el sindicato Futbolistas ON para abordar las cuestiones sobre el caso De Jong. Su presidente, Juanjo Martínez, considera que el Barça está «actuando de mala fe y de forma irresponsable» con el holandés, al que no dudan en ofrecerse para «intentar que se garanticen sus derechos». Apuntan que las presiones pueden llevar al futbolista a abrir un procedimiento abreviado contra el club «si hay indicios suficientes para reclamar ante el convenio colectivo».
Aún así, para De Jong hay pocas soluciones en lo que respecta a lo estrictamente deportivo. Aunque el club está obligado a cumplir con el contrato, si le apartan, sería complicado demostrar que se debe a su negativa a acatar las decisiones del club de bajarse el sueldo o a abandonar la entidad: «Para el jugador, quedarse sin jugar, en año de Mundial, es lo peor que le pede pasar. Si pasa, intentaríamos acreditar el perjuicio al jugador, aunque es difícil reclamar ciertas actitudes, porque se van a cubrir las espaldas. Es similar al caso Dembélé. Van a alegar que es una cuestión meramente deportiva, aunque se sabe que se debería a las presiones».
También revelan que la forma de actuar del Barça se está convirtiendo en un procedimiento habitual de la actual directiva, que no sólo lo ha hecho con jugadores de la primera plantilla: «Hicieron lo mismo con jugadores del Barça B, a los que dejaron sin jugar por no querer renovar. Son presiones inaceptables».
Por último, en el sindicato tienen claro a quién es uno de los principales responsables de que se den y se permitan este tipo de situaciones: «Es un problema que tiene desde hace tiempo el señor Tebas y que todavía no ha solucionado. Por cumplir con el límite salarial de la Liga, los clubes presionan según sus intereses, perjudicando claramente a los jugadores».
La deuda del Barça con De Jong
La cuestión principal del caso de Frenkie de Jong está en su salario. El Barcelona alega, mientras que derrocha los millones de las palancas, que la ficha del jugador es un gasto inasumible, puesto que deberá percibir cerca de 46 millones en las próximas dos temporadas. Una ficha excesivamente alta pero que es fruto del aplazamiento de los pagos de su ficha durante estas tres primeras campañas. El acuerdo cuando el mediocentro llegó del Ajax era de 14 millones por temporada, pero en sus tres primeras campañas completas, sólo ha visto 24 de los 42 que le correspondían.
En la 19-20 la plantilla acordó diferir el cobro del 12% de sus salarios, por lo que De Jong percibió 12,32 en lugar de los 14 que tenía firmados. Un año después, en la 20-21, sólo le pagaron tres, mientras que en la temporada que acaba de terminar se ha llevado nueve. En total, de estos tres últimos años, el Barça le adeuda 18 millones de euros, que debería abonar entre las dos próximas campañas, junto a los 14 que le corresponden en cada una de ellas, y que ahora se quiere ahorrar.
Pese a la activación de las palancas, al Barcelona no le cuadran las cuentas para poder inscribir a Raphinha, Lewandowski, Dembélé, Koundé y los que queden por llegar. Tras dilapidar el dinero en fichajes que no se podía permitir, necesitan que De Jong acceda a cumplir con sus exigencias. De lo contrario, no jugará, poniendo en riesgo su presencia en el Mundial. Por el momento, es el único centrocampista del equipo que no ha sido titular en toda la pretemporada y, cuando ha jugado, lo ha hecho de central; una zona en la que no tiene tampoco hueco, tras confirmarse la llegada de Koundé.